Micro historias I

Terror en la sala

Me senté en la butaca, la sala era tan inmensa como el sepulcral silencio que la envolvía. De pronto las luces se fueron apagando hasta que una oscuridad absoluta me cubrió. Inmóvil, en mi asiento, sabía lo que iba a pasar y lo esperada, con los ojos abiertos, mirando la negrura que tenía delante. El estruendo, de una fanfarria, me hizo sobresaltar y, al momento, la pantalla se iluminó y comenzó la proyección.

Barco Pirata Siglo XXI

Surcando los mares, de los prejuicios, sin miedo a las tormentas de la intolerancia. Abordando y saqueando las naves oportunistas; pasando, después, por la quilla a sus especuladores capitanes y lanzando por la borda a su carroñera tripulación.
Izando la bandera pirata en contra de todas las normas de injusticias legales.
¿Donde hay que firmar para enrolarse?

Él y Ella

• Él tenía los pies en el suelo, no necesitaba mucho para ser feliz, al morir le toco el nicho más alto. A ella le gustaba volar alto, por encima de sus posibilidades, nunca tuvo suficiente y acabó bajo tierra.
• Él era un soñador, vivía al día, porque sabía que cualquier mañana moriría. Ella era una hormiguita, ahorraba y guardaba todo para que nunca le faltase. Cuando se conocieron, ambos cedieron y pusieron de su parte, ahorran la mitad y cada día lo viven el doble.
• Él era serio, formal y trabajador, su interior le decía que le faltaba algo, pero la realidad le impedía buscarlo. Ella era inteligente, sabía aparentar y pasar desapercibida, la realidad nunca venció a su imaginación.